Darle forma a las historia
"Para mí es muy importante no olvidar las experiencias de mi infancia, por eso las he grabado en mis esculturas. Son historias que me gustaría compartir con los demás".
"El misticismo combinado con la ironía de la vida y la muerte, hacen la mancuerna perfecta para mis personajes"
Nació en Guadalajara en 1949, en una familia con inclinaciones artísticas.
A los 16 años inició en la creación plástica al asistir a talleres de los maestros Jorge Martínez y Miguel Miramontes.. “Para mí es muy importante no olvidar las experiencias de mi infancia, por eso las he grabado en mis esculturas. Son historias que me gustaría compartir con los demás”
Nacido en Guadalajara en 1949, comenzó su carrera como artista hace unos 45 años. Estudió en la escuela de Bellas Artes de la U de G, donde recibió la medalla Luis Echeverreia al mejor alumno de escultura. Tras una búsqueda constante de perfección, trabajando hasta 20 horas al día.
Nos maravillamos con sus texturas exquisitas, elaboradas y elegantes curvas además deluso del color. Es un maestro de la antigua técnica del estofado, que implica un acabado de pintura especial sobre plomo de plata y oro que se ha aplicado a la madera finamente cincelada utilizada en la iglesia católica durante siglos.
Oscar siempre “único en su clase”, lo distinguen dos esculturas de caras con su estilo único de “realismo mágico”.
“Mi obra surge de mi necesidad de compartir mi alma con el espectador, a través de imágenes de mi infancia, rescatando danzas y rituales prehispánicos, manteniéndolos vivos en el tiempo. Las raíces culturales de mi pueblo son reconocibles en mi obra”.